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La Orquesta Sinfónica de Castilla y León (OSCyL), dirigida por Roberto Forés Veses, ofreció el pasado 2 de mayo un concierto extraordinario en la nave central de la Catedral de Burgos, con motivo del 950 aniversario del traslado de la sede episcopal de Oca a la ciudad. La cita, organizada por la Fundación Consulado del Mar, la Junta de Castilla y León y el Cabildo de la Catedral, reunió a más de 600 personas y fue un rotundo éxito.

El programa del concierto se dividió en dos partes. En la primera, sonó Fantasía sobre un tema de Thomas Tallis, de Ralph Vaughan Williams, una obra notable por el tono pleno y brillante de su conjunto de cuerdas con muchas voces y la diáfana armonía modal con la que el compositor transformó el sonido de la pieza homónima del siglo XVI. Esta fantasía instrumental, muy popular durante el Renacimiento inglés, fue reinterpretada con una sensibilidad contemporánea que emocionó al público. Destacó especialmente por su riqueza tímbrica y la complejidad de sus líneas melódicas, logrando un delicado equilibrio entre tradición y modernidad.

En la segunda parte, la OSCyL interpretó la Sinfonía nº 3 de Schumann, también conocida como “Renana”, inspirada en la catedral de Colonia. El compositor alemán quedó tan impresionado por la majestuosidad del templo gótico que plasmó su solemnidad en el cuarto movimiento de la sinfonía, evocando con intensidad el esplendor espiritual del lugar.

El concierto se enmarcó en el proyecto cultural de la Catedral de Burgos, que busca poner en valor su patrimonio histórico-artístico y abrir el templo a la convivencia y la cultura. “Queremos que sea un lugar de encuentro, no solo de culto”, señaló en la presentación el presidente del Cabildo, Félix Castro.